Un Pastel de Chocolate

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Hay momentos de la vida en los que pareciera que estamos dentro de una batidora. Nada sale bien, todo se complica; personas en las que confiábamos fallan, aparecen enfermedades, falta de trabajo, problemas financieros, fracaso en los estudios, distanciamiento con personas que amamos, etc., etc.

En esos momentos, cuando todo se pone cuesta arriba, nos cuestionamos todo; ¿qué hicimos tan mal?, ¿será que Dios nos está castigando? Y si no es castigo, entonces ¿por qué pareciera que todo obra en nuestra contra?

Esta situación me recuerda de la abuelita que se preparaba para hornear un rico pastel de chocolate, acompañada por su joven nieto. El chico estaba muy desanimado y le contó a su abuela lo triste que se encontraba. Su novia lo había dejado, estaba enojado con sus padres, la situación en su hogar era muy complicada y si las cosas no daban un giro de 180º, tendría que abandonar sus estudios.

- ¡Qué desastre abuela! Mi vida es un caos, todo está de cabeza. Creo que Dios se olvidó de mí, comentó el muchacho.
A continuación la abuela le preguntó: ¿Te gustaría comer algo?, y el nieto respondió que sí.
Entonces come un puñado de harina, le dijo la abuela. ¡Claro que no! -respondió el chico.
Bueno, entonces ¿qué te parece si te comes unos huevos crudos?¡Tampoco abuela! ¿Cómo crees?
- ¿Y si te ofrezco esta taza de mantequilla o la cucharadita de polvos de hornear?  Abuelita, qué te pasa, ¿me quieres matar de la indigestión? -le preguntó el nieto.
- En realidad hijito, todas estas cosas te parecen muy males por sí solas, pero después que yo mezcle ordenadamente cada una de ellas y las meta al horno, ¡obtendremos el exquisito pastel de chocolate que tanto te gusta! -Concluyó la abuela.


¡Así es exactamente como Dios trabaja en nuestras vidas! Nuestra confianza en él es puesta a prueba en medio de las dificultades. Dios trabaja con diferentes ingredientes o áreas de nuestra vida, de nuestro carácter, y lentamente las va uniendo, porque sabe perfectamente que el resultado final será una "vida exquisita".

Es cierto, hay ocasiones, en las que por más que nos preguntamos, no siempre podremos entender sus caminos, ni sus métodos. Pero si podemos estar seguros que nada, absolutamente nada de lo que nos ocurre por duro y difícil que esto sea, está ajeno a su conocimiento y fuera de su control.

"Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos". Rom.8:28

No nos desanimemos, aun en medio de la batidora y del horno de las pruebas. Recordemos que Dios tiene el control sobre cada uno de los ingredientes. Confiemos y esperemos en él porque en su momento veremos como todas las cosas obrarán para nuestro bien de manera perfecta.  

Patty Marroquin - Especialidades Juveniles

 

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